El inbound marketing es un sistema mercadológico basado en prácticas orgánicas y sociales, con el fin de crear conciencia de marca y atraer consumidores. Esto último es muy importante porque se trata de ganarse la atención del público y que la empresa sea más accesible para sus interesados, aspecto que, como hemos destacado en posts anteriores, se apega a las nuevas tendencias de consumo: la gente no quiere que los agentes se les acerquen para convencerlos de nada. Por dicha razón el inbound marketing se encuentra entre las estrategias más usadas empresarialmente, pues hoy en día hay demasiado contenido, poca atención y con sólo mover un dedo los compradores pueden checar y comparar productos hasta encontrar la mejor opción de precio/rendimiento en segundos.
La fuerza del inbound marketing recae totalmente en su capacidad por ofrecer contenido que da en el blanco sin rodeos, o, mejor dicho, responde las ducas exactas de la forma correcta, lo que se traduce en un sitio con mayor autoridad, buen posicionamiento y que tiene la confianza de su audiencia, puntos que son, ni más ni menos, los pilares para lograr vender bien en internet. ¿Alguna vez les ha tocado entrar a una tienda de ropa o calzado y que el vendedor los esté siguiendo por todas partes sin respetar su espacio personal? Es horrible e incómodo, ¿a poco no? Bueno, pues esa misma sensación hacemos sentir a nuestros posibles clientes cuando queremos hacer ventas tradicionales, enviando agentes a que intenten persuadirlos con insistencia, simplemente ya no hay que hacerlo.
En lugar de seguir con las prácticas de antaño, las empresas más exitosas están aplicando estrategias orientadas al desarrollo de relaciones más humanizadas con sus consumidores existentes y a generar nuevos prospectos, en pocas palabras se enfocan en atraer a las personas a conocer la marca cuando se encuentran en el inicio de su proceso de toma de decisiones, en lugar de estarlas persiguiendo, para que, con la confianza y el compromiso generados, sus ofertas produzcan mayor influencia en el momento de la compra. De hecho, cuando un emprendimiento se encuentra en crisis, cambiar el paradigma tradicional hacia el inbound marketing, puede significar ser un verdadero salvavidas, siempre y cuando el proyecto sea realmente viable y el problema haya sido la difusión.
¿De qué manera podemos poner en marcha el inbound marketing en nuestro negocio? Una de las reglas de esta metodología es que entre más inviertes, más obtienes, pero no necesariamente hablamos de dinero, sino también de intelecto. Hay que investigar todo sobre nuestro target, sus hobbies, horarios y qué lo motiva, para que logremos crear historias que lo identifiquen y eduquen tener un calendario de contenidos de calidad con el cual nos mantengamos consistentes en la entrega de valor digital. Nos gustaría saber en sus comentarios si ustedes ya adoptaron la ideología inbound y qué técnicas les han servido más. No olviden suscribirse al blog y seguirnos en redes sociales, donde encontrarán todo lo que necesitan para lograr un negocio lleno de ventajas competitivas, ¡keep it real!